Fue un partido mil veces repetido fuera de casa. Los que hemos viajado alguna vez que otra con la Unión, nos temíamos que el cuento acabase otra vez con el mismo final. Y acabó.

 

Cierto es que veníamos con dos sancionados (Juan Iglesias y Adrián) y muchas bajas por variados motivos: Javi Cordero, Pacheco, Quini, David, ... Todas las líneas, pues, estaban debilitadas, y eso siempre se nota. Aún así, el equipo no perdió la cara al partido en ningún momento; los 11 que salieron de inicio y los que le sustitueron desde el banquillo pelearon el encuentro y no hay mucho que reprocharle más allá de lo estrictamente deportivo.

 

Hubo fases, incluso, en los que se jugó bien y hubo alguna ocasión de peligro, especialmente en el ecuador de la segunda parte, cuando Miguel y Bermejo estuvieron a punto de empatar un partido en el que el Don Álvaro se adelantó muy pronto y, de nuevo, a balón parado (1-0). Ese pequeño periodo de acoso no acabó en derribo, y un fallo de Chelu (de los pocos que le recordamos) en un despeje acabó en un disparo cruzado que perforó de nuevo la portería visitante (2-0).

 

A 15 minutos para el final, Juan Carlos utilizó las pocas opciones que tenía en el banco: debutó el juvenil Víctor y adelantó a Josema Merino al centro del campo y a Bermejo a la mediapunta. El nuevo triunvirato ofensivo consiguió, con más ímpetu que fútbol, el gol que nos metía en el partido: Víctor se escapó por banda izquierda, Javi Barrera se la peleó al central y colgó el balón al área pequeña y Julio cabeceó a placer en el segundo palo (2-1). Quedaba en ese momento tiempo suficiente para lograr un empate de oro, pero a diferencia de otros encuentros, en esta ocasión no tuvimos la templanza y el juego necesario para conseguirlo. 

 

Y se esfumó así un encuentro que dominó la Unión pero en el que Dani, nuestro portero juvenil, fue el héroe de la tarde: hasta 5 manoplas de muchísimo mérito sacó el chaval para evitar un mal mayor. No nos falto actitud pero hizo falta más tensión y más conviccion en nuestra apuesta: jugar arriba, y jugar bien. Un análisis parecido al que pueden hacer nuestros juveniles, que el sábado encajaron una nueva derrota ante un buen San Vicenteño.

 

Pero a ambos, especialmente a los juveniles, nos gustaría contarles, brevemente, la historia de ese hombre que aparece en la foto pixelada de las Olimpiadas de Barcelona del 92. Se llama Derek Redmon y era una de las más rutilantes promesas del atletismo británico. Batió el récord de los 400 m. en su país y un oro en el 4x400 de un Europeo. Las lesiones, sin embargo, acompañaron su carrera y le hicieron pasar 18 veces por el quirófano. Y aún así se preparó, durante 6 años, para hacer algo grande en la cumbre deportiva de cualquier atleta: los Juegos Olímpicos. 

 

Llegaron las semifinales y, a mitad de la carrera, Derek Redmon ocupaba cómodamente la 2ª posición. Entonces, notó un desgarró tan fuerte en un tendón que pensó que le habían disparado desde la grada. El joven atleta, que no daba crédito, miró a la grada y vio derrumbarse su carrera. Y entonces, cuando todo había acabado, decidió levantarse y asombrar al mundo. Redmon comenzó a avanzar cojeando con la intención de llegar a la meta. Su padre, atónito, se saltó todas las medidas de seguridad para convencerle de que parase para no agravar la lesión. Pero entendió pronto que la decisión de su hijo transcendía ese momento concreto, y le acompañó entre lágrimas hasta la meta. 

 

La carrera de Derek Redmon acabó entonces. No volvió a competir a un nivel alto, pero el mensaje que lanzó al mundo se recuerda, 21 años después, como uno de las más grandes hazañas de la historia del olimpismo. Me decía Aníbal hace unos días que quería motivar a sus chavales para hacerles ver que este año, con muchos de sus mejores compañeros en Primera Regional y en División de Honor, tenían que valorar su estancia en Primera División Autonómica. Que debían disfrutar de esa camiseta dando siempre lo mejor de si mismo, más allá de derrotas concretas y pasajeras. Casi sin querer, minutos antes de esta crónica, me he topado con la historia de Derek Redmon. Y no se me ocurre ninguna mejor para animarles.

 

 

• Formó la Unión con Dani en la portería; Jesús y Josemi Merino, Miguel y Chelu atrás; medular para José Hernández, Fernando Cordero y Bermejo; Mejía, Javi Barrera y Julio arriba.
• También saltaron al campo Víctor, Castillo y Juanlu.
• Nos mantenemos en 3ª posición a pesar de todo. Eso sí, la victoria el domingo ante el Gran Maestre (4º), parece indispensable antes del parón que tendremos en diciembre.
• Titularidad para Cris Escudero en la derrota 1-2 frente al Alcorcón y media horita jugó Javier Rubio con victoria 2-3 frente al Plasencia
• Hoy le dedicamos esta pequeña crónica a nuestro amigo Juan Méndez, que tanto nos lee y tan bien nos quiere. Y a Aníbal y Juan Carlos, que tanto hacen, y tan discretamente, por nuestra Unión.
• Les deseamos mucha suerte a nuestros infantiles, cadetes y alevines, que esta semana se estrenan en la liga. Intentaremos haceros también el hueco que os merecéis en nuestra página...
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