Las crónicas de la temporada (J 23)

 

Los chicos de Rivera

 

 

Hay retos que esconden veneno. Objetivos que, por ilusionantes, pesan en la espalda como una losa. Cualquiera de nosotros hemos sentido la frustración de no aprobar la asignatura que nos faltaba, conseguir a la chica que teníamos en la cabeza o encontrar el trabajo con el que soñábamos. También el fútbol colecciona decepciones labradas en el último minuto, en los instantes finales que separan la gloria de la mediocridad. La Unión, casi sin esperarlo, se ha encontrado al final de la temporada en una aventura que puede acabar en la lucha por el ascenso. Es algo casi impensable para unos chavales que llegaron a un equipo que daba tumbos por el campo hace tres años. Y ahora les toca mirar al sol de frente, y por el momento, no parece que tengan miedo de quemarse.

 

Sólo así se explica el estruendoso final de temporada. Después de muchas desilusiones uera de casa, de muchos goles fallados y de muchos puntos perdidos a lo largo del año, siete victorias seguidas: en casa y fuera, con lesiones y sin ellas, con salidas y con llegadas, con sol, con viento y con lluvia; 21 puntos de 21 que nos dejan con 4 de ventaja sobre el Vivero (más golaverage) a falta de 3 partidos por disputarse. Y estos tipos, mire usted por donde, no se asustan.

 

En Don Álvaro más de uno (Agustín, por ejemplo…) pudo haber sufrido desmayos, mareos, taquicardias y subidas y bajadas de tensión (todas juntas) en los 90 minutos. Ligeros desmayos cuando Quini y Rubio dispararon al muñeco en dos mano a mano con el portero, o cuando Bermejo la mando alta casi a puerta vacía. Una taquicardia cuando nos pitaron penalti en contra, que no fue aguda porque “San Javier Canana”, patrón de los guardametas, detuvo desde los 9 metros. Un mareo cuando expulsaron al central del Don Álvaro tras agarrar a Quini cuando se quedaba sólo, y aún así ver que no acertábamos a colarla entre los tres palos. Y bajadas y subidas de tensión cuando, en la segunda parte, el Don Álvaro se adelantó tras rechace de balón parado (1-0), cuando el “niño de oro” Rubio empató a los 10 minutos, y cuando el casi debutante José Hernández rubricó una remontada (1-2) que vale su precio en puntos, y qué puntos... Fue, hablando en plata, la prueba del algodón para ver si el equipo estaba preparado para la batalla. Y vaya sí lo estaba.

 

Lo estaban ellos y lo han estado, todo el año, nuestras estupendas categorías inferiores. Unos alevines entusiastas, unos juveniles superclases y unos infantiles que irán al libro Guiness del deporte en Bienvenida después de ganar todo a todos durante un año, y proclamarse campeón con la facilidad de los elegidos. Todos ellos, pero especialmente los últimos, se merecen que la afición les recompense con una calurosísima ovación en el mejor partido posible para hacerlo, contra nuestros vecinos del CD Usagre.

 

Mientras escribo esta crónica los juveniles están visitando la Residencia de Ancianos. Nuestros mayores preguntan mucho por los futbolistas del pueblo, y ahora los jóvenes han decidido que visitarles, hablarles y acompañarles unos minutos es la forma más certera de devolver al pueblo lo que el pueblo les ha dado. Por eso, porque son tipos estupendos en el campo y estupendos fuera de él, se merecen nuestra confianza. 

 

El gran derbi que nos espera será una experiencia vibrante e ilusionante. En lo deportivo, porque si ganamos y no lo hace el Vivero, estaremos clasificados matemáticamente para la fase de ascenso. En lo social, porque se ven la cara dos equipos en estado de gracia, pero sobre todo dos pueblos vecinos, con los amores y desamores que ello implica. Será un día estupendo en el que deben estar a la altura los 22 del campo, a base de deportividad, y los centenares de fuera, a base de diversión, respeto y tolerancia.

 

Pero más allá de que, se gane o se pierda, nuestra UDB, del primer niño al último adulto, lleva un año brillantísimo, y eso no se debe esfumar en noventa minutos. Son tipos comprometidos, esforzados, entregados a una causa la consigan o no. Son, se han ganado ser, “los chicos de Rivera”. Y Rivera siempre pelea, ya sabéis, hasta el último minuto.

Las anécdotas del derbi:

  • La Unión lleva 21 de 21 puntos posibles en las 7 últimas jornadas; el Usagre 10. Los rojos han mejorado mucho en la segunda vuelta: no pierden por más de un gol desde la jornada 13 y son los reyes del empate: 6 en los últimos 12 partidos. 

  • Tenemos que agradecerle a nuestros vecinos puntos fundamentales ante rivales directos en la lucha por la fase de ascenso: victorias ante Vivero, empates ante Belenense, Guareña, Don Álvaro e Ilipense Zalamea

  • Esta semana tendremos 5 promos para animar el derbi: está atento a nuestra web, Facebook y Twitter y aprovéchalas. Ahí va la primera: camisetas de la Unión... a 19,99€!!

  • Habrá muchas sorpresas el domingo para animar el gran derbi. ¡Seguro que os gustan!

  • El domingo todos deberíamos acoger a nuestros vecinos como ellos nos acogieron a nosotros: con mucha guasa... y con el máximo respeto. Si sirve para algo, desde aquí lanzamos un mensaje: entusiastas del fútbol, no faltéis; mamporreros ocasionales, quedaos en casa...

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