Las crónicas de la temporada (1er partido 2ª eliminatoria de ascenso)

 

La madurez de un niño

 

 

Cómo salió el Moraleja... Plantados de blanco, agresivos en la presión y con dos remates claros en 5 minutos para dinamitar el partido y, quién sabe, la eliminatoria. Las gradas, efervescientes, comenzaron a tragar saliva, y Juan Carlos comenzó a recorrer la banda y agitar la cabeza, tic nervioso que le retrata cuando las cosas no pintan demasiado bien. En el punto de mira de nuestro temor, un delantero corpulento pero inteligentísimo, y un extremo izquierdo eléctrico y vertical. Afortunadamente, el asedio al "Fortín de Rivera" comenzó a relajarse y empezó a hacer efecto la anestesia general que precisaba el partido. Y entonces, cuando la tarde se quedaba plácida y soleada, llegó el relámpago. Lo ejecutó Antonio Quini en forma de tremendo empalme desde la esquina del área grande que golpeó violento la escuadra izquierda del Moraleja (1-0). 

 

La agitación sirvió para recobrar la confianza, pero (aún no) el juego. 7 minutos tardó el Moraleja en empatar reiterando su tremendo peligro en el juego aéreo; de nuevo un balón dividido, esta vez dentro del área, fue bien ejecutado con un remate seco y duro que no pudo adivinar Javi (1-1). Con una Unión ya reanimada y un Moraleja solvente, intenso y peligroso en el contragolpe finalizó la primera parte. El guión comenzaba a recordar al del partido de ida contra Las Hurdes y, por fortuna, se repitieron los acontecimientos.

 

Como entonces, el vestuario ejerció un efecto balsámico en los nuestros, que salieron plenos de fútbol, fuerza y ambición. 6 minutos tardó Rubio en plantarse sólo ante el portero (el Moraleja pidió fuera de juego), recortarle con solvencia en su salida, y embocar el segundo en el tanteador (2-1). El "Frente Culebrón", que el domingo fue un auténtico espectáculo, se encargó a partir de entonces de llevar al equipo en volandas. Inspirado por ese ambiente embriagador, Quini pudo hacer inmediatamente el tercero, pero su artística media volea se escapó por centímetros. Poco a poco se fue desinflando el Moraleja, no sin exigir de cuando en cuando a un impecable Canana; y poco a poco se fue imponiendo en el campo la Unión, cuyo exitoso final de temporada no se puede entender sin el portentoso estado físico del equipo.

 

En medio de esa intensidad otrora desconocida, entre cabalgada y cabalgada de los Chelus, Corderos, Pachecos o Rubios, tuvo tiempo "Caricias" Sánchez de envolver otra falta lejana y frontal hasta el punto de penalti, allí donde bota el balón y empieza el desconcierto; entre la madeja de jugadores nadie acertó a parar, rematar ni despejar, y el esférico tomó la sabia decisión de descansar en las mallas ante tanto desatino (3-1). Quedaban 20 minutos para el final, pero la evolución del partido siguió inalterable, pivotada en una defensa tan joven como solvente y en un centro del campo con más protagonismo que nunca: Juan Carlos retiró por prudencia a un gran Adrián, Bermejo firmó tal vez su mejor partido y Sánchez se olvidó de sus problemas de rodilla para pilotar acertadamente a un equipo serio hasta decir basta. Sin mayores alteraciones señaló el árbitro el final del partido, y los centenares de aficionados se lanzaron entregados a saludar a sus héroes.

 

Decía Nietzsche, que abominaba los valores clásicos y se entusiasmaba con la inocencia de la juventud, que la madurez del hombre consistía en "haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño". En esas anda, desde hace tiempo, la Unión. Un equipo que ha vencido a grandes rivales, que ha manejado el reloj, que sabido contenerse en la protesta, que ha vencido la histeria del juego aéreo y que ha hecho del despliegue físico y la concentración el sustento fundamental de su calidad. Y todo, manteniendo fresca la inocencia del niño. Cordero, Rubio y Varela pueden dar fe.

• A nuestro juicio, el mejor árbitro que ha pasado por el Municipal. Todo ello al margen del posible fuera de juego que nos reclaman en el foro los aficionados del Moraleja. Personalmente, no vi la jugada desde el comienzo, con lo que no puedo pronunciarme. Si realmente fue fuera de juego, sería un error decisivo y una tacha imporante en un partido, por lo demás, muy bien llevado.

• Esperemos que la semanita sirva para recuperar a todos los tocados. No pudo saltar al campo Ligero, que podría estar listo para el domingo. También "tocados" jugaron Rubio, Cordero y Sánchez. A recuperarse, chavales.

• Está claro con qué resultados pasamos, ¿no? Ganando, empatando, perdiendo por un gol, o por 4-2, 5-3, 6-4... Nos deja fuera el 2-0 o perder por 3 o más goles. Si quedamos 3-1, a la prórroga.

• Tras tanta euforia, conviene poner los pies en el suelo: el Moraleja es un gran rival, líder de su grupo, equipo habituado a la Tercera División y pueblo 3 veces mayor al nuestro. Prudencia...

• No nos olvidamos de que es el último partido de la temporada. Dos mensajes independientemente de lo que pase el domingo: 1.- A todos los jugadores de Fuente del Arco, Fuente de Cantos o Usagre, ¡os queremos aquí el año que viene! 2.- A toda la plantilla, ¡gracias!

• Infantiles, también para vosotros dos mensajitos: 1.- ¡¡Perdon!! (por no tener más tiempo para veros y haceros la crónica que os merecéis) 2.- "¡¡¡Sí se puede!!!"

• ¡Todos al fútbol! El bus cuesta 8 € y la entrada para el partido, 2 ó 3 €. Puedes sacarla ya en CORTÉS, ¡ves antes de que te quedes sin plaza!

• Esta semana, más promos, más vídeos, más fotos... Que no falte de na!

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